Tiempo
de espera

Tiempo de espera (2022), la última obra de José Sarria, nace de la construcción emotiva de un tiempo vivido y de su valor y proyección simbólicos hacia el presente. Un binomio donde lo vital y la memoria son artífices de la arquitectura de la emoción. El tiempo del poeta cambia constantemente, la naturaleza también, y, por supuesto, el lenguaje que expresa ese devenir. Todo ello en una mudanza permanente y, aun cuando se pueda individualizar la percepción o tener referentes objetivos, el poema presenta un diálogo del hombre con su tiempo, según Francisco Morales Lomas. La dedicatoria de este poemario a su madre, nos habla de ese tiempo de espera: “A mi madre, que me dio tanta luz/ en su tiempo de espera.”. Aunque la axiología de lo temporal marca todo el poemario se configura en su precariedad, en sus dilemas existenciales, lo inconcluso, lo indeterminado, los fragmentos rotos con la cita de José Ángel Valente: “De ti no quedan más/ que estos fragmentos rotos [...]/ donde tú ya indefenso/ todavía palpitas”. Y ese tiempo transcurre con cuatro apartados en la construcción de esta gramática de las emociones: “Tiempo de espera”, “La tarde”, “Incertidumbre” y el colofón “Final”.