Sólo no es no

No pueden estar constantemente diciéndonos cómo sentir o cómo actuar. No pueden generar crispación entre los ciudadanos ni originar grietas entre su mismo partido, el que nos gobierna a todos los españoles. No pueden permitirse ofender a periodistas o a rivales políticos como si fuesen dueñas y señoras de la libertad de expresión. No se puede elogiar la difusión de vídeos humillantes que atentan contra la intimidad de las personas. No se puede hablar con tan poca capacidad de contención olvidando que una de las definiciones esenciales de la política es diálogo y diplomacia en la búsqueda del bienestar del Estado. No se puede frivolizar en asuntos tan serios como los que afectan a la vida humana ni se le puede permitir todo al adolescente de dieciséis años sin la tutela de sus padres. Enaltezco a esas grandes mujeres que hicieron historia por conseguir lo que hoy tenemos y elogio enormemente a las que siguen luchando actualmente por la igualdad. Me siento representada por ellas y no por quienes politizan con el papel de la mujer. Tal vez no entienda bien el “sólo sí es sí” pero sí lo que “no es no” y lo afirmo, con rotundidad y siempre desde el respeto, con un “sólo” con tilde.