Sodoma y Gomera

09 abr 2016 / 10:41 H.

España está a un paso de quedarse fuera de la cuarta revolución industrial. La “industria conectada” o 4.0 depende de herramientas tecnológicas propias. Importamos tecnología y exportamos ingenieros, con título “made in Spain” y un lacito, para que produzcan para nosotros a cobro revertido, es un decir. Le damos una vuelta de tuerca al adagio de Miguel de Unamuno, “que inventen ellos”, para crear y producir nosotros, pero desde tierra extraña. Al personaje del novelista y filósofo en “El pórtico del templo” habría que recordarle que con el trotar de los siglos, aunque “la luz eléctrica alumbra aquí tan bien como allí donde se inventó”, eso del valor añadido es asunto capital. El filósofo, no obstante, se retorcería en su tumba al comprobar que el andamiaje ideológico y espiritual del país pasa a un cuarto plano cuando de materia turística hablamos. España amenaza con convertirse en un gran parque temático donde el resto de europeos puedan solazarse, a precios “low cost” y en civilizada borrachera, nada de conflictos de civilizaciones. Sacamos “pecho” de nuestra potente industria turística y está bien, pero, como el monocultivo, conlleva importantes riesgos de temporada. Aquí en Jaén, además, el milagro turístico hizo que la pasada Semana Santa casi se colgara el cartel de lleno y, sin embargo, los datos de contratación no se corresponden con el esplendor de las terrazas. Negro, negro.

De tarde en tarde, alguna oferta para “Españaland” nos hace levantar la cabeza. En esto Cataluña no tiene hecho diferencial y también tiene sus santuarios de turismo gore, Salou, por ejemplo. “Tu primera orgía en España”, acompañada de gentilicios caribeños, sitúa el segmento de mercado en un nivel intelectual pujante, media Belén Esteban. Sector servicios, categoría mamporreros turísticos. A este paso “produciremos” europeos que nos sitúen en Centroámerica, dándoles la razón a aquellos visionarios estadounidenses.

De vuelta al tejido industrial, el propio Ministerio de la cosa certifica que los fondos destinados a Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) suponen el 1,5% del PIB, mientras Alemania quiere seguir con su “milagro” con un 3,8% y Japón exportando turistas ricos con un 9,6%. El tamaño siempre importa. Al escritor bilbaíno “españolista” se le caerían las lentes al comprobar que la invasión barbará comenzó por las islas y que esto, definitivamente, es Sodoma y Gomorra, perdón, Gomera.

gobierno. el homeopático diálogo entre tres

La negociación para formar Gobierno es como la homeopatía, al final, resultará que no sirve para nada. No hay máster que pueda verificar que el diálogo en España pueda llevar a sitio alguno. No obstante, el efecto placebo es innegable porque el relato de los curanderos tiene fuerza emocional. La figura política de Pedro Sánchez mengua en proporción al calendario electoral. La increíble historia del hombre menguante contaremos. Los órdagos lanzados en cada timba política quedan al descubierto y con ellos una aritmética nada propicia. Si a esto sumamos que los compañeros de mesa están por la labor de quedarse con tu electorado, blanco y Podemos. Al filo del precipicio echan en cara, al unísono, PSOE y Ciudadanos que la formación de Pablo Iglesias se las haga pasar moradas. Acusan a Podemos de utilizar “artimañas” en beneficio propio para romper un diálogo que, en su candidez, entendían en fase de estudio. Para el referéndum con las bases que se propone ahora no es necesario tener una bola de cristal para saber su resultado, máxime cuando la pregunta es muerte o muerte. Y si las bases podemitas no lo tuvieran claro el propio Iglesias amaga con una dimisión en caso de que osaran llevarle la contraria. El 26 de junio habrá que volver a votar. Atrás quedarán las rimbombantes frases de los candidatos sobre el supuesto mandato de los votantes para que los partidos políticos se pusieran de acuerdo. Ellos, todos, unos más y otros menos, se pasaron el mandato por el arco del triunfo electoral.