Si yo fuera rico

La clasificación mundial de supermillonarios que la revista de negocios y finanzas “Forbes” dio a conocer esta semana como resumen anual del pasado 2020, deja bien claro y sin lugar a dudas, que las guerras, las crisis económicas y las pandemias, cuanto más globales y crueles sean, más ganancias generan. En la lista de los amos del planeta hay miles de millonarios, cada uno con su nombre y apellido, el nombre de su empresa y con un remanente en efectivo no menor de una cifra con diez ceros a la derecha, ya sea en dólares o euros. Del primero, al recién llegado a la clasificación, todos tienen en común un algo que les une y les viene de tradición, hacen caja con el trabajo de otros y se multiplican cada vez que un puñetazo golpea al mundo en general. Si, también la pandemia les ha hecho más ricos. A diario toman forma los números, que lo mismo representa fallecidos, que reparte ganancias. En mitad del caos no queda otra que seguir con incertidumbre hacia donde se mueve la clasificación. Varían al segundo las posiciones de esta competición donde tanto nos jugamos, y solo caben los que nunca pierden.