Sí, pero no

    09 nov 2020 / 16:00 H.
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    En los próximos días, seguramente, las autoridades decreten un nuevo confinamiento domiciliario. Necesario sin duda, ya que las medidas adoptadas hasta el momento parecen ser insuficientes, más aún cuando no ha calado entre nuestra sociedad la enorme responsabilidad individual que tenemos cada persona. Si llegamos a tal punto, como maestro, respaldo la apertura de las escuelas debido al rol incuestionable como motor de cambio social. En estos meses de escuelas abiertas, nuestro alumnado necesitaba retomar su educación emocional, evolucionar psicológicamente y florecer socialmente. Se ha demostrado, pues, que la escuela no es un mero embudo de contenidos didácticos. Todos la necesitamos. Lo que, por ende, también se ha evidenciado es el desamparo abocado a la dejación de funciones por la administración: con ratios elevadas, con recursos humanos y técnicos insuficientes, protocolos sin garantías ni visados sanitarios, precariedad en la contratación de personal en centros públicos, falta de dotación para hacer los centros más seguros, ocultar datos de afectados por la covid-19 entre la comunidad educativa... ¿Deberían seguir las escuelas abiertas ante un segundo confinamiento? Sí, pero no en las condiciones actuales.

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