Sí a las terrazas

Si digo que me da alegría cuando paseo y veo las terrazas llenas de gente, joven y no tan joven, disfrutando de esta primavera, tal vez alguien piense que soy un irresponsable. Los fines de semana especialmente, nos dejan muchas imágenes de terrazas repletas hasta la hora de cierre. Si mantienen la distancia, con sus mascarillas, con no más de seis por mesa y marchan a casa antes de la 23:oo horas, no veo el por qué de echarse las manos a la cabeza, como muchos hacen. Las multas deben caer, sin ningún tipo de miramiento, para aquellos que hacen reuniones ilegales, saltándose a la torera las normas, para aquellos que hacen botellón, para aquellos que reúnen en casas particulares al ciento y la madre sin control alguno, y para todos los que no están colaborando en que esto se acabe. Pero no para los que, cumpliendo lo establecido, se toman algo mientras que hablan, entre sorbo y sorbo, de lo jodida que es esta situación.