Seres de Luz

Soy incauto por naturaleza. Confiado. De esos que se lo creen todo y confían en todos y todas y todes y todus y todis. Me dejo llevar con facilidad por pensar siempre que la otra parte lleva la misma buena intención que yo llevo. Y no aprendo. Nada. No hay manera. Me dan una y otra y otra vez has detrás de las orejas. Me sorprendo con cualquier cosa y la curiosidad me mata. Digo todo esto al ver con ilusión que lo mejor del apagón fue la reacción noble y responsable del pueblo español sin distinción de nacionalidades. Por lo que veo, va a resultar que todos, incluso catalanes y vascos, se lo pasaron del carajo durante unas cuantas horas sin que les preocupara nada de nada. Unos se fueron a ver estrellas, otros reinventaron la palabra y, si hubiera habido luz, habrían inventado la mirada. Curioso caso de responsabilidad social corporativa el que vivimos en esa experiencia nueva de ser Seres de Luz pero sin luz. Incluso pasan los días y detecto cierto deseo de que vuelva a ocurrir pues, a la vista está, nos lo pasamos muy bien. Por eso mucho me temo que los responsables del ridículo internacional de España nos van a seguir tomando por seres incautos como yo. Por tontos vaya. Y, lo que es peor, aprendan de forma definitiva que se nos puede engañar permanentemente pues después de tanto intento sin creérselo, lo han podido comprobar fehacientemente. Seres de Luz pero tontos.