Ser leal

    11 abr 2019 / 12:09 H.

    El Diccionario panhispánico de dudas (RAE, 2009) dice sobre el adjetivo leal “que guarda lealtad a alguien o algo”, dejando fuera de sus páginas la palabra lealtad. Podríamos seguir consultando el Diccionario de la lengua española (RAE, 2018), en donde sí aparece la palabra lealtad, en una labor de investigación, o menos pretencioso, como ejercicio semántico, que nos podría venir bien a todos. No obstante, ese ejercicio excede el marco de estas líneas. En realidad, tenemos un conocimiento, al menos intuitivo, de lo que significa leal o, mejor aún, ser leal. Y me refiero a conocimiento intuitivo y no a conocimiento cierto porque, en ocasiones, se confunde la lealtad con el servilismo y la cualidad de lo leal con la obediencia. Como consecuencia, se practica poco o nada. La lealtad es contraria a la mentira y al engaño, al silencio rencoroso, al parloteo sin fundamento. Es contraria al egoísmo. De aquí la falta de lealtad que observo en la sociedad en la que vivimos. Porque el egoísmo es un valor supremo, se habla hasta el hartazgo, se calla en el peor de los usos del silencio y se miente sin pudor. ¿Y no sería un factor de cambio positivo para la sociedad empezar a tener la valentía de ser leal?