Según aprendimos

Como en España cada vez se cree menos en Dios y en la religión de nuestros padres, lo que está ocurriendo en el Valle de los Caídos parece que casi no importa. El Valle de los Caídos es una abadía católica que tiene en su exterior la cruz más grande del mundo, flanqueada por la Virgen y los cuatro evangelistas testigos de los hechos de Jesús de Nazaret, de quien refieren ser Hijo del Creador de todas las cosas. Pero como uno de los efectos de no creer en Dios ni en la religión de nuestros padres es perder el temor de Dios, los unos, es decir, la Conferencia Episcopal Española, llena de modernistas contrarios al catolicismo, vienen a entregar, por dinero, al Gobierno masón que rige España, la basílica, la cruz, a la Virgen y a los evangelistas, para que el Gobierno masón que rige España haga con el Valle de los Caídos lo que quiera, y ya sabemos lo que quiere. En mi humilde opinión, que no es más que eso, siguen olvidando estos señores lo que olvidan los rebeldes a Dios, que al final de la vida un juez les espera en el momento de la muerte. Pero también hay que pedir al Cielo por ellos, como hay que hacer por todos los adversarios de uno, según aprendimos de la religión de nuestros padres.