Secundarios malos

19 jul 2017 / 11:26 H.

Pasa en los equipos de fútbol, en las cuadrillas de toreros y en todas las actividades en las que el trabajo está a cargo de un colectivo o de un grupo: los éxitos solo recaen sobre las figuras cuando cada uno de los que intervinieron pusieron su granito de arena y fueron tan necesarios como ellos para obtener el triunfo. También sucede en el cine, donde son recordadas las grandes estrellas, los protagonistas, los galanes guapos y las damas bellas que llenan la pantalla. Pero la historia del cine está cuajada de grandes actores y actrices de esos que llaman “secundarios”, “de reparto” o más finamente, “de carácter”. Dejar huella en la memoria de los aficionados del cine, tras ser actor de reparto y, más aun, al encarnar casi siempre al malo y feo de la película, es muy difícil.

El pasado sábado falleció en California, a los 89 años, uno de estos actores secundarios que realizó muchas películas, incluso debutó en una de Alfred Hichcock, y cuyo nombre difícilmente es recordado por el público. Se trata de Martin Landau, un actor de cine y televisión que rehusó buenos contratos para evitar ser encasillado, pero que no pudo evadirse de ser, casi en todas sus apariciones, el malvado. Por ese camino pasaron actores que no faltaban en una película donde hubiese pistoleros, como Dan Duryea, Jack Elam, Ernest Borgnine, Lee Marvin y otros más que, tras una larga trayectoria como secundarios, alcanzaron grandes éxitos como protagonistas, especialmente Lee Marvin, que realizó excelentes películas en su madurez profesional. Y es que, como en todo, a los secundarios solo les falta que les den buenas oportunidades para triunfar en lugar de estar siempre jugando desde atrás y arrimando material para que brille el galán.

No es que el trabajo de los actores secundarios no sea reconocido. Martín Landau obtuvo, entre otros galardones, un Óscar al mejor actor de reparto por encarnar en la pantalla la figura de Bela Lugosi, tres Globos de Oro y el premio al Mejor Actor del Sindicato de Actores. Y reconozco que a mí me gusta verle en pantalla aunque, a él, siempre le tocó bailar con la más fea. Y recordando a las guapas, también en este mes de julio fallecieron las actrices Paquita Rico y la italiana Elsa Martinelli, que debutó en Hollywood, en 1955, junto a Kirk Douglas, en la película “Pacto de honor”.