Salvo si
las miras

    17 dic 2019 / 08:51 H.
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    Las personas sin hogar no existen salvo si las miras. En España son más de cuarenta mil. El 70 por ciento suele ser el perfil de un hombre, mayor de cuarenta y cinco años que se encuentra en la calle por una suma de pérdidas, el trabajo, la mujer, la familia, los amigos... Una trabajadora de la ONG Solidarios de Sevilla me cuenta que siempre en las charlas defiende que las personas sin hogar son víctimas. También hay mujeres, enfermos y jóvenes sin techo. Y que es en la calle, muchas veces y no antes, donde llegan las adicciones. Cada cinco días muere en España una persona sin hogar. Se encontró una solución por los años 90, en Estados Unidos y se llama “La casa primero” (Housing first) y siguió en otros países, entre ellos ahora está España. Finlandia emitió el informe “Tu nombre en la puerta” (Nimo Ovessa) y ya casi no hay vagabundos en Helsinki. Consiste en dar, sujeta a unas condiciones y un programa, una casa y sirve para recuperar tantas palabras como: autoestima, dignidad, voluntad, libertad, valor, utilidad, seguridad, salud, higiene, futuro, hijos, nietos, descanso, vecinos, posibilidades, esperanza, apetito, estabilidad, intimidad, dirección, aficiones, costumbres, miradas...

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