Respeto gratis
Creo que desde todos los rincones de España se han escuchado voces de reproche e, incluso, de condena, a ese tendencioso mensaje que desde un autobús del colectivo HazteOír se ha enviado a los niños. Se pidió, con mucha razón, respeto para el colectivo transexual y se criticó, en algunas ocasiones hasta con dureza, a la asociación ultracatólica autora de esa turbia campaña. No han pasado muchos días y el colectivo transexual se ha manifestado públicamente dando muestra de su falta de respeto por los católicos. La polémica surgió en el Carnaval de Canarias. La representación que, además, ganó el concurso, fue hiriente para la mayoría de los católicos. Y es que el respeto hay que no solo pedírselo, sino exigírselo a todos, de lo contrario la convivencia se hará inviable. Nadie debe pensar que el respeto se consigue de manera gratuita ni se puede comprar con dinero.
El respeto solo puede pagarse con respeto. Se ha dicho que el respeto debe empezar por uno mismo. Quien no se respeta no puede sentir la inclinación a respetar nada. Quizás porque ni tan siquiera tengan claro qué cosa es el respeto.
Estamos viendo continuos testimonios de personas irrespetuosas con el prójimo y con las normas. El más reciente lo ha ofrecido el concejal de Podemos del Puerto de Santa María, Javier Botella. El hombre tuvo la ocurrencia, sin duda para él graciosa, de disfrazarse de sacerdote luciendo una bufanda del Barça como estola y, de esa guisa, proceder a casar a una pareja de novios. Todo ello en las dependencias del propio Ayuntamiento. Francamente a mí no me hizo gracia ni me ofendió. Personas así solo me producen pena, porque pienso con amargura en las manos que están quedando tantos puestos de responsabilidad para la convivencia social de los pueblos. ¿Estas son las ideas con las que piensan cambiar el país? Cuando se conocen las grandes hazañas de políticos como este señor Botella, o Bódalo, Rufián, Zapata y otros del mismo o parecido diseño humano, hay que llevarse las manos a la cabeza. Javier Botella pertenece al partido de Podemos, los políticos emergentes del cambio y la igualdad. Seguro que la sanidad, la educación, el paro, la corrupción y tantos otros problemas se arreglarán si Podemos consigue que se prohíba, como ha propuesto, la retransmisión de la misa dominical a través de Televisión Española.