Rebeldía inteligente

Quién dijo que esta vida mundana era fácil para aquellas personas que dogmáticamente siguen al sistema. Son muy pocas las personas que escapan de los tentáculos de ese sistema dominante y controlador. Y si esas pocas personas lo consiguen es porque utilizan un arma propia muy potente; la rebeldía inteligente. Para el manejo exitoso de esta potente arma hay que tener un gran conocimiento sobre ella, y sobre todo, la firme firmeza de utilizarla donde su eficacia es realmente potente y efectiva, ante el mismo sistema. La rebeldía de la persona rebelde; su eficacia no se mide por su enfrentamiento a los sentimientos o las emociones de a quién se enfrenta sino a la profunda convicción del individuo que sabe que tiene que ser rebelde para no ser domesticado más de lo justo y necesario para convivir en rebaño, y así poder convivir con la mínima decencia de libertad. Es por lo que la rebeldía inteligente deriva en una particularidad que, siendo esta inherente a toda persona, pierde su letalidad cuando su interactuación entra en juego para enfrentarse a los sentimientos y emociones, y generalmente se manifiesta valerosa en la asiduidad de los entornos más estrechos e inmediatos de toda convivencia, siendo entonces cuando esta se queda en simple rebeldía transitoria. Casi que el 100% de los individuos proyectan la rebeldía a lo simple de su cotidianidad (el entorno cercano y el inmediato), estos no tienen el valor de hacerlo ante lo sustancial que es realmente quien organiza y dirige sus vidas, el sistema (su entorno “lejano”), al que les da pánico cuestionar, y más aún, un atroz vértigo en su enfrentar. En estos diecisiete días transcurridos de este nuevo año, hoy, san Antón, para quienes legítimamente ejercen la rebeldía inteligente: qué sigan así: gozarán de la mínima decencia de libertad. Para quienes legítimamente ejercen la rebeldía transitoria: “Hagan y cumplan todo lo que ellos dicen, pero no los imiten, porque ellos dicen y no practican. Todo lo hacen para ser vistos por los hombres. Les gusta ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos reservados. Les agrada que los saluden en las plazas y que la gente los aclame... (Mateo 23)”: a veces, y solo a veces, maldecirán a los políticos y gobernantes... el sistema. Un sistema en donde el cainismo del capitalismo sin rostro entre semejantes (las personas) no tiene piedad. La perversidad de los malvados siempre estuvo desatada a lo largo y ancho de la Tierra. Y son meros malvados consentidos: porque no tienen enfrente la rebeldía que los pare. Porque rebeldes de rebeldía inteligente hay pocos y rebeldes con rebeldía transitoria lo son la inmensa mayoría. Y como hasta san Antón pascuas son: que tengas un feliz año nuevo de rebeldía inteligente. Porque como dijo Fray Hortensio de Paravicino; “...de todo tiene la viña, Sacra y Real Majestad, de todo tiene la viña: uvas, pámpanos y agraz”. Y por qué no: también rebeldes.