Puñetas de togas

Con los recientes nombramientos del presidente y de la vicepresidenta del Tribunal Constitucional se da por terminado el boicot que el Partido Popular ejercía sobre éste. Ahora solo queda desbloquear el Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, en donde la mayoría de magistrados hace más de cuatro años que tenían que haber abandonado su trabajo por terminación del mandato que Rajoy les firmó, además y sobre todo porque así está escrito en la Constitución. Estos rebeldes juristas que siguen cobrando una suculenta nómina mensual sin dar un palo al agua, porque su principal trabajo es nombrar a nuevos jueces para las vacantes que durante estos 48 meses se han producido tanto en las Audiencias Provinciales como en los Juzgados de lo Civil y de lo Penal, siguen negándose a dejar sus sillones en espera de que en las elecciones generales de este año gane el mismo partido que ahí les puso, y así el PP sea el encargado de nombrar a sus sustitutos. Me viene a la memoria aquel whatsApp que el portavoz del PP en el Senado envió a sus colegas en 2018, donde se jactaba de controlar el tribunal que juzgó a los reos del “procés”.