Pueblo cobarde

    21 may 2023 / 09:00 H.
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    Frente a la Diosa, que llora, secuestrada por leones, los versos a borbotones encienden la roja aurora. Los Palacios, insultantes, desde Zarzuela hasta El Pardo, su origen de picos pardos, esconden entre diamantes que adornan kilos de oro, usados como sombrero, cambiando a piel de cordero la que fuera piel de toro. De usted ejemplo que estás sirviendo a pueblos que van cayendo y, además, es un disparate tremendo protestar solo diciendo: “Líderes de la Nación, en asuntos de pensiones, en salud y educación: ‘¡No nos engañéis!’. Bien suena la hipocresía, en manos de la poesía, maltratada. Como de ser cobardía, se convierte en valentía, deshonrada. Como si tuviera razones para arrancar los portones más sagrados, pero no arrancas de los sillones los arrugados cartones depravados. En qué cueva te escondiste, la última vez que caíste, tan profunda y tan oscura que no viste la luz de la que naciste. Por ello: ¿Ves venir los nubarrones que anuncian sus acciones? ¿Aún te empeñas en canciones que evitan las rebeliones? ¡Te faltan un par! Sigues, en cambio cayendo sumiso y cobarde, con tan solo mencionarte la Prima de Riesgo. ¿Y no eres capaz de acordarte del Himno de Riego? ¿Quién te enseñó el olvido? ¿Dónde tus padres atlantes? ¿Dónde tus mentes brillantes? ¿Dónde su libertad? ¿Dónde tu antigua bravura? (...) ¿Dónde el rojo y la sangre de aquella dictadura? ¿Dónde? ¡Pueblo cobarde! ¿Dónde?

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