Pota jaenera

17 nov 2025 / 11:07 H.
Ver comentarios

Esto de leer el periódico nuestro de cada día con perseverancia irrevocable me confirma, cual machaconería de batán, en que ni las cosas son lo que parecen a primera vista ni los significados son tan significantes como aparentan. Ahora verán por lo que lo digo.

Apenas alcanzo a pasar la primera página del periódico del día 14 de este único noviembre que nunca se repetirá, cuando me asalta el primer repullo del día. Ahí está, en la página 2 de mi periódico de cabecera; el que no solo consiguió aprender a hablar desde siempre con ese tonillo jaenero tan distinguible por sí mismo, sino que ha sabido conservar incólume y sin regomellos ese tesoro que es nuestro más puro acento rural y prodigioso para decir las cosas como las dice por boca de sus mentores y quedarse tan a gustico.

El titular, de la mano maestra de Fran Miranda, avisa sobre un futuro que yo ya no veré por mucho empeño que le ponga: el Jaén de 2050. La causa del repullo mencionado que me acomete son unas siglas que más que siglas parecen un nombre propio, masculino aunque no lo parezca y singular en el más puro sentido de la palabra: POTA.

Hay siglas que nacen con vocación de constituirse en llamadas al estupor de quienes las leemos, y que generan no poco recelo frente a quienes las acuñan. Una de esas siglas es POTA, cuyo “despiece”, letra a letra, parece que se refiere al Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, como se desprende del portal de “Organismos”: https://www.juntadeandalucia.es /organismos/fomentoarticulaciondelterrito-rioyvivienda/areas/ordenacion/pota/paginas/plan-pota.html.

Sin embargo, convencida como estoy de que ni hay “Plan” que satisfaga medianamente a mi Jaén del alma, ni “Ordenación” equitativa para este “Territorio”, tan “Andaluz” como cualquier otro pero tan “desandalucizado” por los que parten y reparten, trato de ajustarme a leer en acrónimo la palabreja de marras, P-O-T-A, lo que me lleva a olvidarme de la intención de su descubridor para hacerme la pregunta facilona: ¿Es POTA un coloquialismo vomitivo o un cefalópodo de segunda? Ambas acepciones las recoge el Diccionario de la Real Academia Española en la entrada “pota”: f. Calamar basto. De potar 3. f. coloq. Esp. Vómito.

Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Calamar basto o vómito compulsivo, como consagra el diccionario, o Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía sin consagrar por los apóstatas mandamases andaluces?

Yo, por si un acaso, trato de recomponerme del inicial jamacuco y opto por ponerme a leer lo escrito por Fran Miranda, lo cual me saca del jamacuco, sí. Pero me aboca a unas ciciones saturadas de escalofríos:

“El Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) desconecta desde el punto de vista ferroviario a Jaén capital con Granada. Así lo denuncia la segunda teniente de alcalde y responsable del Área de Urbanismo, África Colomo: ‘La Junta de Andalucía excluye a Jaén capital de la planificación logística y ferroviaria que plantea a futuro el borrador del POTA’”.

Lo dicho: las cosas de los trenes, en lo referente a Jaén, son para echar la pota de puro asquito ante la realidad de tener que depender de los que comen a dos carrillos y bola en medio con cargo al erario público. Al menos, mientras haya tantísimo “pota” cefalópodo dispuesto a valerse de sus tentáculos para arrimar a sus propias bocas lo que nos pertenece a la gente de a pie.

Articulistas
set (1 = 1)