¡Persiguiendo al sol!

    03 abr 2022 / 17:26 H.
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    Al indefenso: Escuché hace tiempo a alguien que decía: “nadie puede quitarme nada, porque lo que realmente me importa es lo que llevo dentro”. A otro leí que, habiéndolo perdido todo, casa, familia y bienes, comía y dormía en un basurero, pero todas las mañanas levantaba su mirada al Cielo y decía: un día saldrá el Sol. Y salió; esposa, hijos y bienes, también para ayudar. Quizás por no saber cómo defenderse, o por no poder, el caso es que ni nos pueden quitar lo que llevamos dentro, ni podemos dejar la esperanza ¡jamás!, porque pueden surgir personas y porque Dios existe. Porque la justicia es inexorable, no la de los hombres, en demasía corrompida, sino la de Dios; y quien crea que puede abatir a cualquier indefenso sin consecuencias, más le valdría pensar (aunque se ría de estas palabras mías), lo que Pablo de Tarso decía: “La reprobación de Dios se manifiesta desde el Cielo contra toda impiedad e injusticia de aquellos hombres que obstaculizan perversamente la verdad”, porque, hombres falsarios, “no os engañéis, de Dios no se burla nadie”. Muy señor mío, como dice la canción de Soler/Bisbal: “A contracorriente, aunque caiga la tormenta, éste es mi lugar, ¡persiguiendo al Sol!”.

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