Pocos ejemplos a seguir

    17 ene 2022 / 16:52 H.
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    Vivimos en el mundo de las mentiras y lo peor hay quienes les ríen la gracia, que como tal no tienen ninguna. El número uno del tenis mundial Novak Djokovic está dando un espectáculo, esta vez lamentable, dejando claro cuales son sus valores en la vida. Sus principios no consideran en absoluto lo que es la solidaridad y no entiende que su libertad esa que reclaman algunos, incluidos sus padres, termina allí donde empiezan los derechos de los demás, me alegraría infinito que el gobierno australiano le impidiese la entrada al país durante tres años. Su comportamiento deja mucho que desear. Aunque peor el del indeseable señor Boris Johnson, primer ministro británico, organizando fiestas todos los viernes en su domicilio oficial mientras sus ciudadanos estaban confinados, indignante, espero que le quede una poca dignidad para irse a tomar el sol y no precisamente el nuestro, que algo de dignidad nos queda. Y mientras en el otro lado del espejo se nos marcha uno de los pocos caballeros de la política que quedaban, David Sassoli, Presidente del Parlamento Europeo, después de una gran labor durante la pandemia y con gran influencia en las fórmulas del plan de recuperación frente a la covid. Políticos de todos los grupos lo han alabado, ¿por qué no lo imitan y transmiten corrección y decencia? que falta nos hace.

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