Pequeños cambios, gran sueño

Nacida en 1978, nuestra Constitución requiere de algunos “arreglillos estéticos” necesarios porque parte de su articulado es ambiguo consigo mismo. No han valido los reparches hechos con alguna ley, porque nuestra inocente Carta Magna nacida tras la opresión y que propugnaba como valores superiores del ordenamiento jurídico, la libertad, la igualdad y la justicia, además del pluralismo político. A pesar de las posibles críticas sobre mi opinión, yo me pregunto: ¿ha logrado que realmente se cumplan estos valores? ¿Existe la igualdad entre hombres y mujeres? La situación de las mujeres ha mejorado en relación a la situación que tenían en los años setenta pero como destacan la mayoría de los estudios todavía existe una gran diferencia entre las mujeres y los hombres, como muestran las estadísticas y se ha venido denunciando por los organismos nacionales e internacionales, las diferencias en el ámbito político, social, económico... Lo cierto es que existe un mayor rechazo en relación a las condiciones de ejercicio de los derechos fundamentales, y nuestra sociedad afortunada, aunque lentamente, lucha con uñas y dientes para que se cumplan. Felicidades Constitución, pero yo me quedo en mi barrio ya con luces de Navidad.