Peculiaridad

Somos un pueblo grande, gente muy particular, somos un pueblo con raza. Pasamos del disparate a la totalidad más justa, seria y respiramos a golpe de corazón. Así lo creo y así opino. Lo hemos podido comprobar en el caso insólito del apagón general, que sufrimos los españoles. Que nos dejó “bien planchados” y sin un vatio de electricidad (algo bien difícil). Un KO frustrante y bien costoso para muchos bolsillos. Y sin tener una micra de experiencia en casos de esta magnitud van pasado los días y no sabemos con claridad las causas. La clase política es bastante lenta u olvidadiza a la hora de mostrar causas y motivos, el pueblo quiere saber la verdad, tiene derecho a saberla y pide; respuestas, respeto y claridad. ¿Qué ocurrió? Pues ante tanta perplejidad, el pueblo bloqueado y confundido optó extrañado por ayudar cuanto pudo. Todo un ejemplo de convivencia. Señoras de noventa años con su compra, sin poder subir sin ascensor a su vivienda y jóvenes cargando la compra entre ellos. Heladerías de Madrid sin energía eléctrica y regalando los helados a bienandante. Aeropuertos y estaciones de ferrocarril paradas, hirviendo de un público desorientado. La que suscribe se quedó sin poder ir a Madrid y por consiguiente perdí mi vuelo ilusionante al otro lado del charco y aquí me hallo.