Paz y bien: Manuel Contreras

El 2 de junio, temprano oí en las ondas su saludo franciscano, “Paz y bien”. Me sonó a despedida de Cope de mi paisano Manuel Contreras Pamos, chispeante y pletórico; con poco que decir por el parón de la pandemia se las arregló para encontrar los datos humanos y noticias deportivas para informar con dignidad; conocía su pronta jubilación, pero no lo parecía pues siguió su trabajo con ilusión hasta el final. Manolo es una gran persona, afable, cariñoso, tenaz, jamás habló mal de nadie, siembra paz por donde va y cubre el mal que encuentra con el bien que lleva. Casi 50 años en la radio le otorgan una visión envidiable de nuestra tierra, el deporte en el Santo Reino para él no tiene secretos y muchos los calla. Soñó —como un niño— vocear el ascenso del Real Jaén a Primera. Las cofradías y los equipos tosirianos le han dado más satisfacciones, ha disfrutado su trabajo; con su Cloti recibe feliz agasajos; todos reconocen sus méritos; él —sencillo y humilde, franciscano— dice haber hecho solo lo que debía. Ahora podrá ir más por su pueblo —que es el mío—, acompañar a Jesús Preso, visitar a San Cosme y San Damián y, por supuesto, recibir como nadie a los Reyes Magos en la Plaza.