Paraíso interior

Un paraíso ha de estar compuesto por entornos floridos, ríos caudalosos, naturaleza exuberante, animales, cielos azules, aire puro. El Paraíso del que habló el Señor clavado en la Cruz al ladrón arrepentido, o el Paraíso de Adán y Eva, que se dice podría haber estado en el norte de África, son el culmen de la plenitud y la felicidad, que es lo que todos buscamos. Pues resulta que los ríos de nuestra provincia, nuestras altivas sierras y nuestros bosques conforman lo que en Internet se delata al mundo entero, diciendo que “Jaén cuenta con la mayor superficie de espacios naturales protegidos de España (304.175 hectáreas), 4 parques naturales, 3 parajes naturales, 2 reservas naturales, 5 monumentos naturales y 2 parques periurbanos”, sobrevolados por águilas reales o buitres leonados, y recorridos por linces, ciervos o jabalíes. Por tanto, Jaén, el Santo Reino, permítame decir, mi querido amigo, que es el primer Paraíso de España. Pero un paraíso no lo puede ser sin hombres y mujeres que lo pueblen, y no cualesquiera, sino hombres y mujeres honrados. Porque el paraíso solo puede existir si las almas de los hombres buenos lo alumbran con su interior. “Hay que iluminar la oscuridad” BM.