Orgullo es resistencia
En una sociedad cada vez más polarizada, el Orgullo Lgtbiq+ no es solo una fiesta, es un acto político. Un grito necesario que recuerda que nuestros derechos no están garantizados, que lo que se ha conseguido a lo largo de estas décadas puede retroceder. Lo estamos viendo: el ascenso de la extrema derecha no es casual ni anecdótico. Es una llamada de atención. ¿Qué estamos haciendo mal como sociedad para que el odio vuelva a tener altavoz? Mientras algunos intentan invisibilizarnos o reducir nuestras vidas a un “tema polémico”, hay municipios que siguen creyendo en una sociedad diversa, abierta y justa. Es justo reconocerlo: el Ayuntamiento de Jaén ha dado un paso valiente apostando por una celebración del Orgullo Lgtbiq+ visible, digna, pensada para todas las personas y familias. Un cartel comprometido y una programación cuidada no son gestos vacíos: son mensajes políticos claros que subrayan el compromiso con todes. En tiempos donde algunos quieren que volvamos al armario, celebrar el Orgullo es más urgente que nunca. Porque no se trata solo de colores o conciertos. Se trata de derechos, de vidas, de dignidad. Y eso, nunca ha sido negociable.