La retro-utopía social

    19 sep 2021 / 13:51 H.
    Ver comentarios

    Aunque es muy difícil de explicar, dado la complejidad de la problemática, tanto la subida de la luz a unos niveles exagerados, como el aumento del odio hacia mujeres, homosexuales y emigrantes, responde a factores de cómo nos pensamos. Es verdad, que se ha naturalizado la idea de que la luz sube, o hay más odio, porque los políticos se llenan los bolsillos o crean ideas equivocadas, pero está simplicidad no sólo explica el problema, sino que complica la posibilidad de llegar a un diagnóstico certero. El problema es que la luz o el odio suben en la medida que vivimos en una sociedad que ha hecho de la individualidad su grito de guerra y que lo público (la educación, la energía, la justicia, la sanidad o las carreteras para todos) se ha dejado en manos del mercado, que no sólo lucha codiciosamente por los recursos, sino que además establece una ideología de baja intensidad donde se asusta a las personas con el fantasma del comunismo, el gasto ineficiente de lo público o lo peligroso de apostar por las utopías sociales. A esto se le suma que hay toda una generación a la que es difícil explicarle que venimos de una dictadura militar que suprimió los derechos sociales, hizo de lo público una prebenda y se basaba en la violencia constante contra las mujeres, los obreros y todo aquel que sospechosamente no pareciera estar en su ideario. De aquellos barros estos lodos.

    Articulistas