Ochenta años

15 sep 2022 / 15:55 H.
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Hace unos días recibí un regalo inesperado. Se trata de “El Libro del Ochenta Aniversario” que la Redacción de Diario JAÉN —con la colaboración de importantes instituciones públicas y privadas— acaba de publicar. Hojear sus más de quinientas páginas —a todo color— es bucear placenteramente en nuestras propias edades. No solo por lo que se ve —o se lee—, sino por lo que te viene a la mente al paso de las hojas. No es una sensación de nostalgia lo que nos produce. Ni mucho menos. Más bien se trata una asunción digna del destino común que, queramos o no, hemos compartido los jaeneros durante muchos años. Saber de dónde partimos y de lo bueno —y lo malo— que hicimos —o que no hicimos— es fundamental para conocernos y avanzar. Los últimos 80 años de la historia de Jaén están escritos y contados en el JAÉN. Sobreviviendo a los cambios políticos, y evolucionando —y a veces tragando— con ellos, Diario JAÉN ha cubierto etapas muy diferentes, pero manteniendo siempre su carácter marcadamente provincial. Porque la vida real, urbana y rural, no se para porque gobiernen unos u otros. Que los relevos siempre llegan, antes o después. Y con el debido respeto, la vida es mucho más que los discursos o los debates políticos “nacionales” de cada día. Es la del trabajo diario, la que hacen los lugareños, mande quien mande, es el Jaén social y laboral, el Jaén empresarial y el Jaén cultural, el deportivo o el taurino, el religioso o el festivo. Durante estos ochenta años los aconteceres diarios de nuestra historia común, la de la capital como la de los casi cien pueblos y ciudades que la componen, han sido cantados, considerados y dados a conocer dentro y fuera de nuestras fronteras por Diario JAÉN. Es lo más parecido a la intrahistoria unamuniana. La que —como el fondo del mar— queda oculta si nadie la enseña o la bucea. Y en la medida en que este “Jaén editorial” siga siendo capaz de integrar el Jaén local y el provincial de manera lógica y natural, dando una idea clara de lo que somos, de lo que hacemos y cómo lo hacemos, este diario seguirá siendo necesario otros 80 años. Más renovado, más digitalizado, más televisado o más tecnológico, que eso es ya algo tan inevitable como deseable. Leer Diario JAÉN puede hacerse ya de muchas maneras más allá del papel, pero seguirá siendo imprescindible para conocer la realidad viva de la provincia, pueblo a pueblo, comarca a comarca. Y más en épocas de olvidos, incertidumbres y tergiversaciones como la que estamos viviendo. Hay otros medios de comunicación, es cierto, respetables y necesarios. Pero en estos tiempos de globalizaciones, de información descafeinada y generalizada, de la política como espectáculo, que nos hacen perder el sentido de la propia ubicación, es imprescindible un diario exclusivamente provincial, que nos muestre lo que ocurre en el ámbito cercano sin perdernos en la vorágine mediática de fronteras indefinidas. Lo provincial y lo local, lo urbano y lo rural. Se da la paradoja de que cuanto más cerca tenemos las cosas menos las valoramos. Que en los tiempos que corren haya quien apueste y quien invierta en la aventura de conservar este proyecto —con todas las innovaciones que correspondan— es digno de admiración y de apoyo. Por mi parte —y desde aquí— mi más sincero reconocimiento a todos los que lo han hecho posible durante estos ochenta años.

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