No nos moverán

Está muy bien eso de posicionarse y de tomar partido ante las situaciones de la vida. Nadie dijo que fuera sencillo el arte de vivir. El movimiento se demuestra andando pero hay quienes heredan patrones de conducta y valores del pasado que interfieren en el avance lógico de la racionalidad. “Cuanto más retrocedamos en la historia, más veremos a la personalidad desaparecer bajo la sobrefaz de lo colectivo”, afirmaba Carl Jung. Opinar desde la individualidad hacia lo colectivo, buscando un equilibrio, es complicadísimo, pues las variedades ideológicas van a condicionar que las personas luchen por unos ideales concretos y no se abran a otros pensamientos diferentes, ya sea por actitud hereditaria y ambiental o por la obsesión de pertenecer a un grupo y compartir actitudes comportamentales. Ser personas libres, nos permite poder liberar nuestras ideas de tal modo que podamos adaptarlas a las circunstancias de la vida y elegir cómo actuar en diferentes etapas de esta. Sí se moverán, las ideas, si no nos ceñimos a vivir bajo la dictadura de un pensamiento cuadriculado. Lo único que nos encasilla es el “barco de la muerte”. De este, cuando llegue, sí que no nos moverán. Seamos, mientras tanto, ideas andantes.