No hay pan para tanto chorizo

    06 may 2017 / 11:37 H.

    La pandemia de la posverdad (neologismo para designar la mentira), se extiende como el aceite. Mires por dónde mires, nos la están clavando por donde gotea la jarra y, al paso que vamos, tendremos que pagar hasta la vaselina. El esperpento de las cifras de la deuda municipal ha alcanzado un nuevo pico estos días entre dimes (560) y diretes (700), y seguimos para bingo. El nacionalismo vasco, que de boquilla detesta al PP y viceversa, recoge el grano y pelillos a la mar. Tenemos la sensación de que los papeles están bien repartidos: Mientras que unos roban, los otros protegen a los autores de los delitos desde los Poderes del Estado. Esto es un sin dios de mangurrinos sin fronteras que no se puede aguantar, y lo tipos ni se inmutan y encima te vacilan. Son conscientes de que no les va a pasar nada o casi nada, visto lo visto, y siguen campando a sus anchas. Curiosamente, estos lumbreras, acérrimos del liberalismo económico y del emprendimiento, no hacen caja con sus buenas ideas, sino metiendo la mano en el cajón de lo público y estrujando a los currantes. Nos están dejando en pelotas: No hay pan para tanto chorizo.