Naturaleza que nos rodea

    12 ene 2016 / 09:37 H.

    Tanta bondad hay en nuestro entorno natural como equilibrio y serenidad. Buscamos, en no pocas ocasiones, lejos, tanto que nuestra mirada no alcanza, algo de aquello que pensamos extraordinario o maravilloso. Porque la bondad no es un atributo privativamente humano. Y por esto mismo es segura la que se posa con cada paso que nos permite, generosa, Naturaleza. La que nos rodea y tenemos el privilegio de observar, tan cerca, desde tantas esquinas de esta ciudad que está al lado de un mar, plateado, y a la sombra de un planeta de roca y pinos que se elevan y conducen, bravo, el aire del cielo y de la tierra. Sólo hay unos pasos, —aunque de caminar enérgico y profundo— o una vereda, desde el templo imponente a la visión aérea de casi toda una provincia. A la atalaya calmada, segura y sabia que puede permitirse preguntarnos si hemos visto, en Jaén, el tibio color de los lirios en el invierno frío o lo cerca que están los almendros, perfumados y libres, cuando florecen.