Muros y fronteras

Vinieran de Siria o de Congo, Alain y Samuel perdieron su vida cuando sus padres querían darle una mejor en otro país, decisiones trágicas de adultos pensando en sus pequeños. Pero ese mar cuenta con fronteras y con muros, como los que ahora algún demente que pretende ser el mayor presidente del mundo ha puesto en marcha. Costó que cayera el muro de Berlín que separó más de 40 años a familias del este y oeste de Alemania, y tras este logro, vuelve la locura de separar a ciudadanos que se han relacionado normalmente y cuyos países realmente se necesitan entre sí. Aunque también es cierto que nosotros, que sentimos más niño nuestro a Samuel porque su cuerpecito recabó en una playa de Barbate, mantenemos las famosas vallas con concertinas El cuerpo de Samuel no ha sido reclamado, pero es un niño de todos nosotros, un crío con 6 años que será olvidado pronto. ¿Dónde está la solución? Yo no la sé ojalá no existieran muros que nos separen, porque la humanidad es una y todos somos parte. Alain y Samuel son solo parte de una lista que se debe evitar y con tristeza esta vez me voy a mi barrio.