Mis auténticas heroínas

    07 mar 2022 / 16:57 H.
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    Estando en una administración de loterías, tuve la ocasión de comprobar algo que siempre me ha parecido de lo más injusto. Una señora bastante mayor, hablaba en voz alta sin dirigirse a nadie en particular, sobre el motivo que la había llevado a probar suerte. Expresaba con tristeza que su marido le decía que él ya tenía su paga. Por supuesto y como es de justicia, una persona trabajadora debe tener su recompensa tanto económica como de descanso. Seguro que ella se preguntaría que dónde estaba la paga que se merecía por los días de trabajo interminable dedicados a su familia. Se preguntaría si el derecho al descanso no llegaría porque el trabajo que no se paga no se considera como tal. Qué curioso es comprobar que si no tienes sueldo y horario “no trabajas”, mientras que si lo tienes pones en valor el que haces como ama de casa: en ese caso ya tienes dos. Vaya desde aquí mi admiración por todas las mujeres que sin sueldo ni jubilación se pasan la vida luchando para que quienes están bajo su custodia, consigan lo que se hayan propuesto. Mañana se celebra el Día de la mujer trabajadora. Desde aquí, porque ya es hora, pido que un día se salga a reconocer el trabajo de las amas de casa.

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