Migas en otoño
Todo tiene un porqué, aunque a veces no veamos las respuestas con claridad. Respuestas a todo. A las relaciones con quienes queremos y por culpa del ego las dejamos aparcadas, pero no olvidadas. Y justo esa sinergia sucede cada estación en cada año con deliciosos platos de los que añoramos sus sabores, por que la gastronomía es un laboratorio donde los crisoles transforman alimentos básicos como el pan del día anterior en unas deliciosas migas de otoño con todos sus avíos. El truco para cocinar unas ricas migas es la buena compañía, esencial mientras se remueve el pan cociendo a fuego lento en la sartén arropada de auténtica conversación, aceite de oliva virgen extra, unos buenos ajos, y por supuesto disfrutar del tiempo de la elaboración, es decir, no tener prisa. Las migas cocinadas en un día de lluvia no tienen parangón, y si se cocinan al calor de la lumbre, será un marco sinigual. De los avíos, se puede decir que las aceitunas verdes endulzadas, los rábanos, la panceta, el melón, la morcilla, tomate picado, chorizos, pimientos verdes fritos a fuego lento, pimientos choriceros fritos, son recomendables. Unas migas de otoño, aunque sea una vez al año, seguro que no hacen daño.
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