Mercedes Navarro, arqueóloga

Hace apenas un mes, les contábamos que se estaba realizando una intervención arqueológica dirigida por el equipo del área medieval de la Universidad de Jaén, en la Villavieja de Beas de Segura, donde se encontraba la antigua fortaleza de este municipio. Estos estudios nos han ayudado a entender cómo ha ido evolucionando esta vía principal de comunicación. Ya adelantábamos que se había documentado un antiguo pavimento empedrado en rampa con una canalización sin cubrir que servía para evacuar el agua de lluvia. A diferencia de lo que se pensaba, no tenía el mismo recorrido que hoy. La zona por la que se accede actualmente a través de una escalinata, era un cantón que cerraba el espacio con una diferencia de cota respecto a la calle más baja de más de un metro de profundidad, bajo la cota actual. Tenemos que pensar que hasta al menos el siglo XVII, este espacio estaría caracterizado por cantones y rampas. Lo que ha sido imposible identificar es dónde se encontraba la puerta de la Villa, puerta principal, por la que se entraba a la fortificación. Está debería encontrarse bajo alguna de las viviendas del entorno. Es muy probable que en la base de los edificios contiguos se pudiera hallar la entrada a la Villavieja. Los trabajos realizados para sustituir las cañerías, van muy avanzados.