Mercado de fichajes

Está visto que los partidos políticos no quieren sufrir los reveses que ha tenido que soportar el Real Madrid a causa de su ineficacia en los mercados futbolísticos. Los partidos se han lanzado en plancha en busca de fichajes para renovar sus equipos y poder completar los titulares que irán en las listas definitivas. El mercado se mueve a ritmo vertiginoso. Y es curioso que casi todos los anzuelos están lanzados hacia los militares veteranos. Esto asusta. Es como si los partidos temieran algo preocupante y buscan el asesoramiento militar. Bueno, esto lo digo como broma, pero no sé si en realidad puede ser sólo una broma, porque el ambiente nacional está calentito. Da la impresión, observando cómo piensa algún líder, de que no sólo se pretenden desenterrar los restos del cadáver de Franco sino que también se quiere desenterrar su estilo. Los equipos están formados y se ha hecho casi improvisando, buscando soluciones para ganar en las urnas pero no pensando en ganar el bienestar de los españoles. Eso ha sido siempre algo secundario. Lo que importa son los sillones y todas las prebendas que los sillones llevan consigo. Todos lanzan sus discursos y a ninguno se entiende, y si a alguno se le entiende algo es igual porque pocos se lo creen. La política se va desacreditando a cada legislatura que pasa y es complicado que quienes la ejercen ofrezcan un poco de confianza. Cada vez menos, por mucho que se sondee el mercado de fichajes. Las ofertas no parecen tener las suficientes garantías para ilusionar a los votantes. En la campaña se viene hablando de casi de todo, con más o menos convicción, pero de cómo gestionar la complicada economía del país, dan escasa información. Algunos no son capaces ni de encontrar mentiras adecuadas.

Eso sí, mientras tanto, Pedro Sánchez sigue tirando con pólvora, no del Rey sino del pueblo. Lo más reciente que ha saltado al mundo de la noticia es otro nuevo viaje de José Luis Rodríguez Zapatero a Venezuela, para lo que el Gobierno, se dice, ha puesto un dispositivo aéreo especial para él. Lo curioso es que nadie ha explicado qué misión lleva a Zapatero a Venezuela. ¿Es que no ha quedado ya bastante en evidencia en las anteriores visitas? Decía un periodista en televisión que a lo mejor ha ido para probar los menús recogidos en la basura que miles de venezolanos están comiendo porque no tienen otra cosa para poder subsistir.