Mentirosos de tomo y lomo

Una pregunta: ¿Qué gloria falsa es la que recorre la mente tras decir una mentira? ¿De dónde nace? En fin, todos sabemos lo que es mentir, pero si añadiré que lo que duele es descubrir que te han mentido. Sí, el ego dañado. Y como no la mitomanía, esa práctica tan extendida que acaba creyéndose y viviendo como una realidad, muy utilizada por los mentirosos/as creando una bola la cual se deslizará imparable por una ladera hasta que llegue el día en que frenará de la peor forma, en el menos adecuado momento, estrellándose con la evidente verdad. Ese momento es tremendo. Por ello, la angustia que se vive siendo conscientes de haber sido engañados es de un cortisol elevadísimo muy perjudicial para la salud. Aunque sentir la pérdida de confianza tampoco queda atrás cuando se da el fatal descubrimiento. Aun así, he de decir, que todas las personas a lo largo de su vida he de suponer que hemos mentido, quizás en la niñez para evadir alguna reprimenda o castigo, nada comparable con la mentira de una persona adulta. Ese es otro peso en la balanza que se inclina al desprestigio. Por lo cual, añadiré que por bienintencionada que sea la mentira, siempre será una violación de la dignidad de la persona engañada.