Maniobra de Heimlich

En estos días que se aproximan, en los que vamos a disfrutar de más de una comilona, conviene recordar la importancia de la maniobra de Heimlich en los atragantamientos de las vías aéreas. Lo primero que se debe hacer es animarle a toser y tratar de esta forma de que expulse el cuerpo extraño; si esto no funciona y la persona va a peor, entonces nos colocamos detrás y le damos cinco golpes en la espalda, inclinados ligeramente. Si esto no funciona, entonces sin pérdida de tiempo, le abrazaremos con la “mano izquierda y la mano derecha” y con el puño cerrado y la otra mano encima, presionamos la parte alta del estómago hacia dentro y arriba, justo por debajo del esternón. De no ser efectiva, la persona entrará en parada cardiorespiratoria. Esta maniobra es la que habría que hacer a la situación de parálisis o atragantamiento en la que estamos sumidos políticamente. Debemos animar a hablar a los partidos. Si esto no funciona, entonces darle unos “toques en la espalda”, y si esto tampoco sirve, coger la izquierda y la derecha, rodeando al problema y uniendo fuerzas, presionar hasta que la situación revierta.