Make Europa great again
El chamán de la Amazonía dice que los espíritus están enfadados, apresurémonos a desarrollar la capacidad de aprender a sobrevivir en este orden mundial nuevo creado por el brote psicótico de quien pretende cambiar las cosas y adaptarlas a su imagen de bovarista que enamora en la decepción social. La democracia europea ha entrado en el proceso de buscar su estabilidad y depende de que uno o varios países sean inestables para quedar dividida. Europa avanzará en derechos individuales y colectivos si crea un estado europeo unido que pueda enfrentarse a la nueva situación económica, industrial y militar. Hay que empezar por aceptar la realidad y dejarse de autoengaños, pero creo que estamos preparados para ello. Si nada cambia y todo sigue igual, todo será más difícil, aún sabiendo lo que hay que saber y lo que se debe hacer para lograr que una Europa unida cumpla con sus objetivos. Disponemos de la información necesaria para saber lo que está ocurriendo en el mundo y aunque nos cueste creer lo que está sucediendo y nos llene de una inmensa tristeza, es normal que deseemos navegar unidos para consolidar juntos la democracia. Hay que recordar a los países miembros que este proceso de cambio repentino en el orden comercial y militar no es muy distinto al de otras épocas de la historia, este lo vamos a vivir de un modo muy especial porque estoy convencido de que nadie podrá atomizar a la Unión Europea, ni imponer la antipolítica que miente y genera odio. Hay que redoblar esfuerzos en lo que nos une y en las emociones que esta situación de irracionalismo antidemocrático nos hace sentir a cada ciudadano europeo. La UE tiene su propia identidad y no debemos compararnos con nadie y menos con aquellas potencias que no han superado su emergencia anti diálogo y no han cuestionado su política supremacista, xenófoba y racista. Estamos preparados para programar el modo en el que deseamos vivir después de superar este intento de fragmentación de la UE. La UE no está en contra de nadie, ni quiere más porción de la tarta de la que le corresponde en un reparto ponderado, por esa razón esperaremos pacientemente a que la UE sea reconocida en el ámbito mundial como le corresponde por historia y poderío humano basado en la sensatez a la hora de salvaguardar la paz en el mundo y en conservar todo lo bueno y valioso que la UE sigue teniendo a su alcance, que no es otra cosa que tomar conciencia de lo que verdaderamente importa para cambiar las líneas torcidas y tormentosas por las que estamos transitando por culpa de quienes asesinan a indefensos civiles y por culpa de aquel que, en lugar de mirar por las clases medias que lo votaron, especula con los mercados para enriquecimiento de los superricos que deberían asistir a terapia psicológica porque no están preparados para superar su autoestima destructiva. Prefieren que todo se hunda antes de que ellos puedan perder el poder. Frente a esa barbarie, Europa ha de cuidar las actitudes éticas con conductas constructivas que sean socialmente provechosas como los valores culturales, la sanidad y la enseñanza públicas, el deporte o la ciencia, todas nos ayudarán a jugar limpio con las reglas que nos hemos marcado y a superar adversidades y a cumplir con los retos establecidos. Evitemos compararnos constantemente con los demás porque nuestra identidad democrática es la historia de una fortaleza inquebrantable.