¿Los futbolistas tienen bula?

    04 dic 2016 / 10:18 H.

    Cada vez es mayor la lista de futbolistas de élite a los que se pide cárcel por agresión sexual, fraude fiscal o conducir borrachos, entre otras lindezas. Me pregunto qué tiene darle estupendamente a una pelota para que nos vuelva los valores del revés sin importarnos la contradicción en que incurrimos. Me declaro aficionado al fútbol. Sin embargo, cada vez estoy más lejos de los valores que trasmite y siento más aversión por esa bula social que tienen personas que por ser de los mejores futbolistas del mundo se les permite casi cualquier cosa y dejamos que sirvan de ejemplo a los niños que les adoran. ¿Qué ocurriría si un político fuera acusado de lo que se acusa a numerosos futbolistas? Y sin embargo en muchos estadios se aplauden sus “fechorías”, se defienden sus “andanzas” y ningún directivo se plantea echarles de sus clubes, siquiera cuando el fiscal les pide años de cárcel. ¿Qué les diferencia de los políticos para que a estos les pidamos abandonar la vida pública en cuanto cometen algún dislate? ¿Acaso los futbolistas no están en medio de la vida pública? ¿Dependen de entidades privadas y no públicas? ¿Es esa la excusa? Me pregunto si la propiedad privada de un club lleva implícita la exoneración de cualquier código ético racional sin límites. Para mí hay una respuesta clara: no.