Líder Jaén
La de San Antón siempre ofrece reencuentros fantásticos. Amigos que marcharon en busca del “dorado” a otras regiones más propicias, deportistas de la infancia que rejuvenecen para formar parte de un evento que ya es seña de identidad de nuestra marca como ciudad y empresarios y colegas que antorcha en mano, deciden sumarse a esta fiesta que es mixtura de tradición y de propuesta estratégica. Uno de esos encuentros, es el que tuve oportunidad de tener y de disfrutar con un joven empresario de nuestra capital, que está apostando desde su “humilde posición” por contribuir al dinamismo del desarrollo empresarial en nuestra provincia, con propuestas de trabajo colaborativo y con iniciativas que permitan ofrecer contenido de valor a otros profesionales de nuestra tierra. Al hilo de esto, quedé gratamente sorprendido con una de estas iniciativas que ha conseguido poner en marcha y que tiene que ver con un programa formativo muy exclusivo y de alto impacto, que bajo la denominación “LíderJaén” pretende enriquecer y entrenar a profesionales, directivos y empresarios de nuestra tierra, en habilidades y herramientas que les hagan ser más eficaces en su posición de liderazgo en un mundo tan dinámico y lleno de oportunidades como el actual.
Hablamos entre roseta y roseta, acerca de que el modelo convencional de liderazgo ha cambiado porque el mundo en el que vivimos ha cambiado. Las organizaciones de hoy en día, grandes o pequeñas, necesitan más que nunca directivos auténticos y abiertos, referentes y curiosos, empáticos, ágiles, dispuestos a asumir riesgos, capaces de romper silos y combatir sus egos. Concluimos, que aprender a liderar es un proceso y una actitud de aprendizaje permanente de cómo inspirar a los demás, cómo darles motivos para implicarse en los proyectos, cómo hacer que trabajen bien, cómo concienciarles de la importancia de la consecución de resultados, cómo desarrollarles para que crezcan personal y profesionalmente, cómo hacer seguimiento del progreso, cómo motivarles para ser mejores y cómo gestionar los inevitables conflictos. Y compartimos, que son importantes iniciativas que viniendo de lo publico o de lo privado, consigan sumar en la cualificación de los que, desde el punto de vista de la generación de empleo, de la aportación de riqueza y de la construcción de valor al territorio, asumen la responsabilidad, de hacernos mejores como provincia.
Empresarios que precisan una actualización permanente, en un mercado cada vez más dinámico y que implementa tecnología a velocidad de vértigo, para seguir liderando sus organizaciones, que han de conseguir ser cada día más flexibles sin perder la esencia y los valores que les han traído hasta aquí. Tarea nada sencilla. Cómo hacer para lograr estos objetivos empresariales, debe ser el centro sobre el que giren este tipo de iniciativas formativas, que para que aterricen con éxito en nuestra tierra habrán de tener entre sus contenidos: herramientas de gestión de equipos de alto rendimiento, comunicación de alto impacto, creatividad e innovación, gestión del cambio, comunicación interpersonal, toma de decisiones eficaces, comunicación en público, gestión de conflictos, generación de colaboración y pensamiento crítico, como herramientas básicas para hacer de nuestros empresarios y directivos, auténticos líderes.
En este punto, es donde el “pedigree” de los formadores juega un papel determinante a la hora de aceptar un compromiso de formación continua, que exige de recursos hoy en día escasos: tiempo y dinero. Para el programa en cuestión, me comentaba el responsable, los formadores vienen de lamano de una importante consultora en España y Latinoamérica. Son profesionales MBA con experiencia directiva probada, disfrutan compartiendo su metodología y fórmulas, y se implican personalmente en el desarrollo práctico de habilidades de los empresarios y directivos asistentes. Al calor de la lumbre y con unos melenchones de fondo, le di la enhorabuena por la iniciativa y le deseé la mejor de las suertes.