Libertad
y Mafalda

Libertad y Mafalda, amigas, con la diferencia de seis años en sus respectivos nacimientos suman concordia en la amistad ideológica que han fraguado con naturalidad. Ambas niñas anhelantes con el objetivo común de la justicia social, deseando que se produzca una revolución social en su país y en la concienciación para la defensa al maltrato del planeta Tierra, entre otros principios; son incombustibles, atemporales y ahora, cincuenta y siete años después siguen vigentes en quienes aprendemos de sus rebeldías, inconformidades, sensateces, genialidades y naturalezas maestras. Libertad, estado oprimido de quienes creemos ser libres actuando en la zona de confort; pero también es el nombre de ella, de Libertad, una niña que fue dibujada pequeña, como una alegoría al limitado campo de actuación del que disponemos para ser contestatarios, críticos y generar dudas. Por ello, las reflexiones de Libertad y de Mafalda son aciertos plenos en la dura diana del tiempo que nos resta vida, y que con los dardos lanzados hechos palabras actúan en beneficio de la igualdad de hombres y mujeres, como seres iguales. “Comienza tu día con una sonrisa, verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo”. ¡Libertad!