Libertad de cátedra

    22 ene 2020 / 10:06 H.
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    El ensayo de “veto parental” a las actividades complementarias de los centros educativos que el Gobierno autonómico ensaya en Murcia para extender al resto de comunidades, crea inquietud y amenaza la libertad de cátedra, la autonomía pedagógica de los centros, el derecho del profesorado a investigar, enseñar y difundir la verdad y el conocimiento; y también limita derechos del alumnado a aprender y de los padres a participar en el ámbito escolar. Las normativas educativas contemplan la programación de actividades como un elemento esencial para desarrollar el currículo. Las planifican los equipos directivos, oído el profesorado y son sometidas a conocimiento y análisis del Consejo Escolar en donde están representados todos los sectores de la comunidad, incluidos padres y madres. El “veto parental” ataca directamente la autonomía pedagógica de los centros educativos que figura en la vigente Ley Orgánica de Educación. Parece una herramienta dispuesta para que grupos de presión impidan que se eduque en la igualdad; en la superación de la segregación, racismo, xenofobia o del machismo; o en la denuncia de la violencia de género. Pero también puede extenderse a otros temas originados por visiones fundamentalistas y dogmáticas de la educación y de la vida. Las escuelas católicas se han apresurado a decir que el “veto parental no es ilegal” pero que debe aplicarse solo a los centros públicos y no a los privados. Pues si es ilegal, porque la Constitución en su artículo 20.1.c., contempla la libertad de cátedra como un derecho humano del profesorado que no puede ser sometido a presiones ni coacciones; y las leyes de educación sitúan esa libertad de cátedra en el proyecto educativo del centro. Los que se autodenominan “constitucionalistas” no pueden anteponer la “objeción de conciencia”, no contemplada en la Constitución, deben respetar la profesionalidad y el derecho de los enseñantes a no sufrir injerencias y deben respetar la función que la legislación atribuye a los centros de definir objetivos, metodologías, estrategias, actividades o autoevaluación. Sin libertad de cátedra y pluralismo educativo conducimos a la sociedad al autoritarismo y la sin razón.

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