Letras del Tesoro

    20 feb 2023 / 17:36 H.
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    Durante las dos o tres últimas semanas hemos visto largas colas de gente en las inmediaciones del Banco de España en Madrid y en algunas otras sucursales de provincias. Filas de personas, generalmente de una edad avanzada, que esperaban pacientemente para poder participar en las inminentes subastas de deuda pública (Letras del Tesoro, Bonos y Obligaciones del Estado), de forma competitiva o no, al objeto de colocar una parte de sus ahorros con una rentabilidad superior a la que le ofrecen los bancos por sus depósitos. Asimismo, con una mayor seguridad de recuperar el nominal de lo invertido más los intereses de lo que podrían esperar por fondos de inversión o cualquier otro producto financiero de los que comercializa el sector bancario actualmente, ya que estos últimos están sometidos a las fluctuaciones del mercado. También hemos tenido conocimiento de que la página web del Tesoro permanecía colapsada durante la mayor parte del día como consecuencia de la gran afluencia de visitantes para realizar online la correspondiente operación. Por experiencia propia les puedo garantizar que esto ha sido así, hasta el punto de haber tenido que acceder al sitio web del Tesoro un domingo a las 7 de la mañana para poder realizar mi inversión sin interrupciones y en un tiempo razonable.

    Antes de continuar deberíamos aclarar al lector no avezado en temas financieros, que el Estado emite deuda pública con el objetivo de contar con un instrumento regulador para intervenir en los mercados monetarios, bien para atender las necesidades de financiación del Estado como consecuencia de haber incurrido en déficit público presupuestario, o bien para la consecución de objetivos generales de política económica nacional, tal y como puede ser la lucha contra la inflación mediante la retirada de dinero del mercado. El Tesoro utiliza tres tipos de valores para estas funciones, cuya principal diferencia es el plazo de vencimiento; así, las Letras se emiten para un intervalo de hasta un máximo de 24 meses, los Bonos a un plazo de entre 2 y 5 años y las Obligaciones para periodos superiores a los 5 años. Otra diferencia entre estas tres fórmulas de emisión de deuda pública es que las Letras del Tesoro se emiten al descuento, es decir, que los títulos se adquieren por un valor inferior al nominal, recuperándose el mismo al vencimiento del plazo de emisión. La rentabilidad es la diferencia entre el precio de compra (más bajo) y el de recuperación (el nominal). Por su parte, los Bonos y las Obligaciones del Estado satisfacen los intereses acordados mediante cupones anuales. Por último, señalar que la compra se puede hacer a través de una entidad bancaria, que obviamente nos cobrará una comisión por su gestión, directamente en una oficina del Banco de España, o bien a través de la web del Tesoro.

    ¿Interesa esta opción para colocar nuestros ahorros? No les quepa duda de que al día de hoy es la mejor alternativa para un perfil de inversor/ahorrador conservador. De hecho, en la última emisión del 14 de febrero el tipo de interés medio de las Letras a 3 meses ha sido del 2,494 por 100 y el de las emitidas a 9 meses ha llegado hasta el 2,938 por 100. El 7 de febrero se subastaron Letras a 6 meses con un rendimiento del 2,675 y a 12 meses con un tipo medio del 2,831 por 100. Las cifras son suficientemente elocuentes, ya que se puede invertir el ahorro a tipos de casi el 3 por 100 en plazos inferiores a un año y, además, con una seguridad prácticamente absoluta de recuperar nuestro dinero al vencimiento sin sorpresas. Que nadie piense que somos “raritos” los españoles, ya que durante este mes de febrero la rentabilidad de las Letras del Tesoro en Italia, Bélgica, Francia, Holanda o Alemania ha estado en niveles muy similares a la de España. Sin embargo, pese al furor actual, nuestro país está a la cola de la Eurozona en tenencia de deuda soberana por parte de los ahorradores particulares. Aviso a navegantes y tal y como diría el castizo: la banca se ha de “poner las pilas” si no quiere ver como se le va una parte de sus depósitos de clientes en busca de mayores rentabilidades.

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