Lealtad o servilismo

    12 ago 2019 / 10:14 H.

    Son dos actitudes en la vida que pueden dar lugar a situaciones muy diferentes, se puede ser leal y expresar tu opinión ante la autoridad para la que trabajas o ser servil y aceptar todo lo que se diga, a pesar de que su decisión perjudique claramente a tu provincia, tu ciudad o tu gente. Lo malo es que entre una y otra hay una línea fácil de traspasar y lo peor, que el servilismo puede tener efectos nefastos. El servil presta un servicio y obediencia “ciega” a una autoridad, y sin embargo la lealtad es una cualidad siempre respetable, la lealtad no te limita, puedes dar tu opinión, sobre todo si esa opinión beneficia a los administrados o a la sociedad. Digamos que los políticos de Jaén que en su día vivieran la decisión, en Madrid, del aislamiento ferroviario de Jaén y se callaron, no actuaron con lealtad, sino con servilismo, ante ese resultado irracional había mil argumentos para defender otra opción, alguna tan sencilla como la teoría de la “línea recta”. Aunque algunas veces sería bueno ir a Madrid desde Jaén por Albacete y tener la oportunidad de conocer la riqueza de esta Provincia, Jaén, Baeza, Úbeda, Cazorla o Segura, olvidadas por una administración ciega o cegada por intereses contrarios a los de esta aislada provincia.