Las tascas

En Jaén hay varios rincones donde el tiempo parece haberse detenido. Uno de esos lugares que forman parte del alma de la ciudad se encuentra a escasos metros de la Catedral. Calles sinuosas y estrechas que apenas dejan pasar un rayo de sol son el lugar donde conviven tascas; unas antiguas, como El Gorrión, La Manchega, Montana o La Barra, y otras no tanto, que no dejan indiferente a quien las visita. Pero algo está cambiando incluso en esa zona donde parecía que las horas quedaron detenidas hace tiempo. La tasca Los Amigos, una de las emblemáticas, pasó a ser apartamentos turísticos, y el Queli está actualmente en obras para idéntico fin. Y lo peor es que creo que más de una puede tomar el mismo camino, con lo que si nadie lo remedia, de aquí a unos años, las tascas, tal y como las conocemos, quizás sean solo un recuerdo más de aquello que tuvimos pero que se esfumó. Y nos lamentaremos, como otras tantas veces. Mientras tanto, disfrutaremos callejeando por el Arco del Consuelo, conocido popularmente como callejón de los borrachos, por las calles Cerón, Bernardo López o Maestra, para comprobar como el reloj hace años que se detuvo en este rincón de Jaén.