La Yenka

Quedan poco más de diez días para que oficialmente comience el verano. Lástima que el compositor Georgie Dann no nos pueda crear una canción de un verano de campaña, promesas, descalificaciones y elecciones, a falta de lo cual podríamos seleccionar éxitos pasados de título apropiado: “Sobreviviré”, “Vuela, vuela”, “Entre dos tierras”, “Tómame o déjame”, “Olvídame y pega la vuelta”, “Ojalá no te hubiera conocido nunca”, “Se nos rompió el amor”, “Ni tú ni nadie”, “El chiringuito”, “Me duele la cara de ser tan guapo”, “Felices los 4”... Intensos veranos que contrastan con los actuales: tiempos en los que decenas de bañistas nadaban a por un balón de Nivea lanzado desde un avión, hoy impensable salvo peligro de mutilación por una moto acuática; espacios para niños en BH que hoy invaden los patinetes eléctricos; tiempos en el que la prueba gráfica estival era una postal amarillenta, en contraste con las actuales videollamadas en directo. La nostalgia no niega los innumerables progresos, pero nos ayuda a reflexionar para luchar por un futuro mejor... Algo que sin duda comienza por votar con cabeza, en conciencia y analizando el impacto a largo plazo, al menos tan largo como el tiempo que nos separa de las canciones anteriores.