Españolito que vienes

Me confieso humildemente admirador de Unamuno y Machado. Es necesario volver a ellos para entender ese momento complejo y difícil de la historia española en al corazón del siglo XX. Al inicio de la guerra se les enfrentó a Unamuno y Machado por su apoyo o rechazo el golpe del general Franco. El reconocimiento que la democracia hizo de Machado debería extenderse a Unamuno, a quien el mismo Machado consideraba su maestro. Ambos se enfrentaron con la armas de su voz y su pluma al sinsentido y horror de una guerra incivil, entre los mismos españoles, que asoló a los hijos de una misma patria durante casi tres años. Solo creo en la fuerza de sus coherencias, de sus ideas, de su verdad, cada uno inserto territorialmente en un bando diferente y enfrentado. Esas dos Españas unidas a un nacionalismo peligroso e independentista me hace recordar los versos de don Antonio Machado: “Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. Hay una tercera España a la que me apunto, la que mira al futuro con esperanza superando las heridas del pasado y construyendo una nación mucho mejor, olvidando los rencores del pasado.