La temperatura del corazón

Dicen que los veranos vuelan siempre pero que los inviernos caminan lento y la verdad es que puede ser cierto pues hay algo que en esta época nos invita a detenernos, a vivir un poquito más despacio. En mi caso debo decirles que disfruto de manera muy especial las novedades meteorológicas de cada día en esta época del año porque tienen la capacidad de sorprenderme, las sigo atento en la radio y disfruto mucho conversando con mi familia y amigos sobre algo tan sencillo como el frío. Y es que sin duda estamos viviendo en Jaén y provincia estampas únicas llenas de encanto en nuestras localidades y sobre todo en los maravillosos espacios naturales y monumentos que atesoramos. Con los años he aprendido a vivir muy despacio, observar, permanecer en silencio, esperar... en suma a mirar distinto, sin filtros, sin más. Os invito a que disfrutéis de estos días de belleza y frío intenso, a que penséis que año de nieves es un año de bienes y sobre todo a que entendáis que el verdadero secreto está en ser feliz nieve, truene o haga calor. Pues la verdadera temperatura la marca el corazón y nuestra manera de ser. Ya saben, mucha actitud y abríguense.