La Semana Santa civil

    27 mar 2016 / 10:35 H.

    Si usted está leyendo esto, la Semana Santa está prácticamente terminada, y el periodo de aparente recogimiento y exaltación del catolicismo se habrá dado por cerrado. Es curioso, y esto nos puede servir de reflexión, que de las dos fiestas mayores de la Iglesia Católica, la Navidad y la Semana Santa, sólo esta última, esté al día de hoy vigente y ciertamente viva, sobre todo como imaginario en relación a las creencias. La cuestión es que prácticamente en ninguna de estas manifestaciones la fe y el sacramento animan la “fiesta”, sino un sentido social y cultural definido. La religión es hoy un asunto privado y todo el resto es puro espectáculo. En el caso de esta Semana Santa, además, con el añadido que a la belleza de la fiesta se une una mirada barroca y fiel de las clases sociales que de alguna manera aquí participan, así como los valores que animan la Andalucía socialista: el sufrimiento y la colaboración, pero también, la domesticación y falta de sentido crítico. En definitiva, que hemos pasado unos días más de vacaciones, observándonos como sociedad y donde constatamos que todo el resto de los elementos, incluido el religioso, son parte de este mundo banal y del espectáculo que nos anima.