La noche y el poeta

    16 ene 2025 / 09:00 H.
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    Se ha dormido la noche, se ha dormido el poeta... Se apagaron los versos en un sueño profundo, se quedaron inertes todos los sentimientos, la belleza aparece reclinada y dormida, sobre un lecho de flores se instaló dulcemente... El alba despertaba y antes que amaneciera se cerraron los ojos del son de la poesía, y la rima adherida al dulce soniquete que columpian los versos donde emana armonía. El sol iluminaba tímidamente el cielo, la brisa se cubría de aromas sorprendentes, el despejado vuelo de la creación dormía, en un letargo lento de voces transparentes. ¿Dónde quedó el espacio de azules sensaciones? ¿Dónde la suave clave de notas musicales? Apareció de pronto un arpegio silente, envuelto en blancos tules de sombras de cristales. El aire se llevaba los últimos susurros de la noche habitada por versos y poemas, apareció la aurora cargada de latidos, de luces agradables y de tiernos sonidos, donde dejar el alma sentirse diferente. El poeta ha dejado sus versos reclinados sobre ese folio blanco con letras y renglones. Y volverá mañana a derramar su alma sobre la blanca nube de sus inspiraciones. No claudicará nunca, sus versos de poeta surgirán en la noche como un son arropado, por el silencio lento de dulces sensaciones cuando en el cielo en plata de estrellas se ha pintado. Yo sé que madrugada tiene un compás de aliento, que es única su magia de creación y armonía, donde late el acento que envuelve la poesía, el equilibrio amable que hay en los sentimientos. Son las horas perfectas donde soñar despierto, creando nuevos versos de dulces melodías. Un espacio silente donde no hay otro evento que dejar suavemente que nazca la poesía.

    La noche le regala un lugar preferente donde dejar que hable la voz de lo vivido, o cuando se despierta la inquieta fantasía que vuela hasta su pluma de un lugar escondido. La noche es un espacio donde reina el silencio, se hace fácil dejar que vuelva la poesía, un encuentro de rimas, de música y acentos... levemente se desatan los nudos... y el alma se conecta a ese latido azul; y suavemente se enlazan las palabras y nacen los poemas. El poeta susurra sus versos en la calma, la rima se ha prendido hoy de nuevo a su alma. La noche y el poeta se encuentran dulcemente.



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