La noche de San Juan
La noche es ese periodo del día en que no tenemos consciencia de lo que pasa a nuestro alrededor. El cerebro desconecta para realizar tareas de mantenimiento; de ahí la importancia del descanso. La noche de san Juan es una fiesta pagana previa al cristianismo que buscaba la purificación y la protección frente a la maldad. Es el solsticio de verano, la noche más corta del año. Ojalá cumpla su cometido: no hay nada tan desagradable como una pesadilla interminable, a la que estamos asistiendo. Solo así se pueden entender algunos hechos. ¿Por qué un ambiente prebélico y una guerra local? En la guerra solo gana la industria armamentista, enriquecimiento rápido e hipoteca para los estados a largo plazo. Si quieren saber dónde está la causa de un problema, busquen la ruta y el rastro del dinero. La Unión Europea reconoce indicios de que Israel ha violado sus obligaciones con los derechos humanos. ¿Han tenido que morir cincuenta mil personas en Gaza para llegar a esta conclusión? ¿A qué han estado prestando atención nuestros dirigentes europeos? Su alternativa: sentarse a discutir si hay que denunciar el acuerdo de asociación con Israel, mientras siguen muriendo personas. No hay nada como afirmar que se están haciendo cosas, cuando en realidad no hay interés en hacer nada. Primera “ley universal de la dinámica” de la Unión en política exterior. El derecho de la ciudadanía europea a exigir el cumplimiento de los Derechos Humanos importa poco desde hace meses. Cuando se analiza la conducta de Netanyahu y Trump, conviene considerar la visión filosófica de Hannah Arendt: “A las preguntas concretas hay que dar respuestas concretas”. Conocedora de los mundos judío y norteamericano, señaló que la banalidad del mal no surge del odio, sino de la ausencia de pensamiento crítico y de responsabilidad individual. Solemos pensar que hay estrategias militares y económicas complejas tras sus decisiones, pero lo que hay es el egocentrismo de Trump, que se concibe como centro del mundo, y la vanidad de Netanyahu, que necesita ser admirado, dotando a sus discursos de una épica artificial. Decir tras el bombardeo a Irán que ha sido “espectacular y exitoso” es banalizar la acción, sin respeto a principios constitucionales. Netanyahu cree saldar una deuda histórica con su pueblo, evocando el asedio de Jerusalén y expulsión de su población narrado en la Biblia. Ambos usan la espectáculo como maniobra político militar. Mientras, Europa aplica su “segunda ley universal de la dinámica” de su política exterior: apelar a la calma, pedir contención... y no hacer nada. No se entiende cómo se puede ser ultra defensor de la Constitución española, y a continuación no saber que España se define como aconfesional, es decir laica. Separación entre los poderes públicos y religiosos. Si al rey se le pide imparcialidad por qué no siguen el mismo ejemplo el resto de instituciones ¿A Dios lo que es de Dios y al cesar lo que es del cesar? Estamos ante poderes que pretenden el derecho de decir qué es verdad y qué es falso, mostrando su intolerancia hacia el pluralismo, su censura y su persecución” Bauman. Hay quien tiene poder y quién se lo cree y ejerce como que los tiene.
Lo peor es que somos los demás quien se lo consideramos y permitimos. Que importante es ascender, crecer en el futuro de un colectivo.
