La dura campaña electoral

14 may 2023 / 09:00 H.
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La palabra, para el dramaturgo Juan Mayorga, no es un lugar de sosiego, ni tampoco de placer (Francisco Umbral consideraba la escritura como algo placentero y dicen que terminaba sus artículos en unos 20 minutos). Porque la palabra consiste para Mayorga en un campo de batalla. Un personaje de “El Golem”, uno de sus recientes estrenos, exclama: “Somos cuerpos ocupados por palabras”. De esa permanente lucha con las palabras, que lleva al autor a reescribir casi constantemente sus obras, Mayorga sale vencedor. Ha ganado el Premio Princesa de Asturias. Es académico de la Lengua. Sus obras figuran constantemente en la
cartelera española y de varios países
del mundo. María Luisa, la anciana
protagonista de la obra que Mayorga
ha estrenado en el madrileño Teatro de la Abadía, añade nombres a la tarjeta de su buzón, y a partir de ahí crea en su vida una realidad paralela, distinta, en la que halla mejores alicientes, aunque vengan de la discusión o la disputa. “María Luisa” es una obra sobre la soledad, sí, pero la pieza tiene un subsuelo oceánico, como acostumbra a crear Mayorga, en esta ocasión atravesado por el valor de la amistad, el ansia de vivir de los viejos, su necesidad de adherirse al tronco de la vida, al núcleo de la existencia, a la insuperable importancia de ser querido. Dice María Luisa a su amiga Angelines: “Ahora lo que quiero es hacer el amor. ¿Tú crees que debo decirle que soy virgen?”.

María Luisa quiere enamorarse. Sentir. Escapar de la lenta rutina de sus días. De las manías: subir cada vez 42 escalones hasta su piso, “¿le importa si subimos por las escaleras?, por regla general los ascensores hay que evitarlos”, dice al portero. María Luisa anhela sobre todo bailar, bailar desenfrenadamente en ese local cuya puerta nunca se atrevió a cruzar. Pero desde que puso tres nombres inventados en la tarjeta del buzón, tres caballeros viven con ella y la cortejan. ¿La acompañarán algún día a bailar?

Esta obra reúne la complejidad característica del teatro de Juan Mayorga, filósofo y matemático, la travesía por lo real/irreal dentro del propio universo de ficción de los personajes, pero “María Luisa” emociona, emociona mucho, algo que no se da tan explícitamente en otras entregas del autor. Y la obra demuestra la capacidad de Mayorga de hacer un teatro diferente en cada pieza. En “María Luisa” la imaginación de Mayorga se desborda en dos direcciones: al escribir el texto y, después, al dirigirlo. Son más Mayorga, digámoslo así, las obras que él mismo escribe y dirige.

Mayorga tiene lo que antes en teatro se llamaba “su público”. José María Rodero lo tenía. Y Buero Vallejo. Mayorga estrenó en 2019 en La Abadía el monólogo “Intensamente azules”. Los seguidores del Barça acuden al estadio vestidos con una camiseta blaugrana. Los del Athletic con una zamarra rojiblanca. Pronto en los estrenos de Mayorga veremos un público ataviado con tonos intensamente azules.

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